Me gusta defender que todas las personas pueden trabajar, o al menos, tienen la capacidad de hacerlo.
Considero también que es fácil excluir a las personas del mercado laboral, o tal vez más cómodo darles una paga o subsidio que tratar de insertarlas en un puesto de trabajo.
Ello favorece la exclusión y de algún modo, igualmente acomoda a algunas personas fomentando a menudo que no quieran trabajar. Se acostumbran a recibir ayudas sociales, anulando sus propias capacidades y creando dependencia de una sistema poco sostenible.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por querer interactuar con esta página. Tu comentario será revisado y publicado si es considerado adecuado, respetuoso y de valor.